Puede sonar como una paradoja, pero un gran líder no es
alguien que lidera. Es alguien las personas quieren seguir. Esto no es una
cuestión de carisma, poder, suerte o ambición. Si tienes pensado
liderar cualquier grupo, ya sea un pequeño equipo de trabajo o una nación, lo
harás mejor mediante la adquisición y aplicación de habilidades cotidianas.
Durante décadas, la Organización Gallup, ha recopilado grandes
cantidades de datos en todo el mundo, ha consultado a los trabajadores que es
lo que hace a un gran jefe. Las tres respuestas principales abrieron el camino
en lo que se llama "misterio del liderazgo".
El primer factor es la confianza. "Él se preocupa por
nosotros" es lo más básico e importante que un trabajador puede decir
sobre un buen jefe. En la guerra la vida de un soldado depende de confiar en
que los generales a cargo van a hacer lo correcto. Todos los generales dan
órdenes que deben de seguirse. Sólo unos pocos consiguen el tipo de lealtad que
permite enviar personas al riesgo y al peligro.
Sin embargo, el hecho de seguir no es una cuestión de
confianza ciega. La gente juzga a sus líderes de manera pragmática. La famosa
frase de Ronald Reagan, "Pregúntese si usted está mejor hoy de lo que
estaba hace cuatro años", fue decisiva para ganar la Presidencia. No importa
cuán bien te sientas liderando si el bienestar de tu equipo está en declive.
Es fácil dejarse llevar por el ego (o en el otro extremo por
la inseguridad) así que retrocede y considera los ingredientes que hacen que las personas estén dispuestas a confiar en ti.
- Tus acciones son consistentes.
- Tus palabras coinciden con tus obras.
- Tú haces promesas que puedes cumplir.
- Tú te responsabilizas de tus decisiones.
- Tú no traicionas o debilitas a los que te rodean.
- Tú no te centras en ti mismo.
- Tú monitoreas el éxito y el bienestar de tus compañeros
- Tú dices la verdad.
En cualquier día puedes analizarte con estos criterios. Se
aplican como padre o como Presidente de los Estados Unidos. Sea cual sea tu
imagen de ti mismo, estas guías te dan una medida objetiva de tu rendimiento.
Hay un opuesto para cada rasgo positivo, así que aquí está
el patrón que siguen los líderes que fallan, ya que provocan que la confianza
alrededor de ellos se deteriore.
- Son volubles e inconsistentes. No se puede predecir
lo que van a decir o hacer mañana.
- Dicen pero no hacen.
- Son generosos con promesas pero débiles para seguir
adelante.
- Se ponen excusas a sí mismos y echan la culpa a los demás.
Son rápidos para encontrar un chivo expiatorio.
- Ellos hablan y traicionan, basándose en la creencia de que
estar en la parte superior crea inseguridad entre los posibles rivales.
- Sólo se preocupan
profundamente por el número uno.
- Ellos sólo se
preocupan por el éxito de aquellos que se aferran ellos.
- Ajustan la verdad de acuerdo a la situación en cuestión.
Tómate tu tiempo, una o dos veces a la semana para realizar
una autoevaluación sincera sobre cuanta confianza estás obteniendo realmente. Hacer
de esto un hábito te servirá bien en tu camino hacia el liderazgo.
-Deepak Chopra, M.D
Totalmente se acuerdo
ResponderEliminarMuy importante...gracias.
ResponderEliminarExcelente propuesta de autoevaluación.
ResponderEliminarImagina tú, el día de tu vida...!
ResponderEliminar♡ Abrazos!